A las 4 de la madrugada, recibimos una llamada urgente pidiendo ayuda para un ser desesperado. En el fondo de una zanja desolada, yacía un perro enfermo, maltratado y abandonado. Luchando con todas sus fuerzas, el perro intentaba salir de las profundidades de la zanja. No obstante, agotado y debilitado, finalmente quedó inmóvil, su espíritu decayendo. TKL
Totalmente empapado por la lluvia y temblando de frío, requería ayuda inmediata. Vulnerable y frágil, el perro padecía una grave desnutrición y deshidratación. Dado que no había ningún veterinario disponible a esa hora temprana, lo llevamos a casa. Con sumo cuidado, le ofrecimos un nutritivo paté con la esperanza de restaurar sus fuerzas.
Le pusimos el nombre de Tano, un símbolo de su segunda oportunidad en la vida. Corrimos rápidamente a la clínica veterinaria en busca de atención profesional. Allí, Tano recibió el cuidado especial que tanto necesitaba. Tano es un auténtico luchador… ¡Vamos, chico! Día tras día, mostró notables avances y su espíritu renació.
El perro que alguna vez estuvo desamparado se convirtió en un compañero lleno de vitalidad y alegría. Gracias al amor, la compasión y la atención médica adecuada, Tano superó la adversidad. Ahora disfruta de una maravillosa vida junto a su nuevo dueño.