En un contenedor de basura, se encontró a un perro abandonado que podría haber dado a luz a cachorros. Sin embargo, también había sido abandonado, lo cual fue una lástima. Se le vio caminar rápidamente, probablemente buscando a su hijo. Pero cuando se dio cuenta de que la estaban siguiendo, supo que era el momento de actuar.
La persona nos ladraba y nos perseguía, pero tuvimos que encontrar una manera de llevarla de regreso al nido para saber dónde estaba el bebé. La madre del cachorro siempre estaba en guardia, preocupada de que el cachorro se lastimara. Todo lo que podíamos hacer era esperarla pacientemente y seguirla con atención.
Finalmente, logramos detenerla por ambos lados. Le aseguramos que estábamos allí para salvarla y la instamos a no tener miedo. La rescatamos, preguntándole por qué vivía allí si tenía hijos. Le explicamos que los niños aquí no podían crecer sanos.
Con mucho esfuerzo, logramos encontrar al cachorro, y descubrimos que dos de los seis perros habían muerto congelados. Ahora quedaban solo cuatro. Nos dimos cuenta de que debíamos salvarlos rápidamente si queríamos que sobrevivieran.
Logramos rescatar a los cuatro cachorros restantes y los llevamos de regreso. Construimos una pequeña casa para su familia y aseguramos que tuvieran comida y abrigo. Ahora, la familia de perros vive en un ambiente cálido y acogedor, sin hambre ni frío.
Esperamos que cada pequeña vida, tanto la de la madre como la de sus cachorros, sea tratada con amabilidad y cuidado en el futuro.