En 1994, mientras exploraban el Templo XIII en Palenque (México), los arqueólogos encontraron un esqueleto conservado con cinabrio rojo.
Alrededor del cráneo hay una corona hecha de cuentas de jade y cientos de fragmentos verdes de la máscara rota.
En la tumba, el equipo también recogió numerosos objetos, entre ellos partes de un telar, pequeñas estatuas y numerosos cuencos de cerámica de entre 600 y 700 años.
Los expertos creen que el cuerpo es el de una mujer real relacionada con K’inich Janaab Pakal I, el famoso rey maya. Por eso, llamaron a este grupo “La Reina Roja”. Mediante investigaciones, la “reina” tiene 60 años, pero no se ha confirmado la identidad de la Reina.
El cuerpo de la ‘Reina Roja’ de Mayo ha sido durante mucho tiempo motivo de interés e interés en el mundo de la arqueología y la historia. Descubierto en la tumba conocida como Templo XIII en la antigua ciudad de Palenque, México, este entierro real nos ha brindado información valiosa sobre la cultura y la sociedad maya.
Se cree que la “Reina Roja” fue muy importante en la civilización maya, posiblemente una reina o una dama. Su título de “Reina Roja” le fue otorgado por el color rojo cinabrio que cubría sus restos y los objetos dentro de su tumba. Este color rojo brillante era un símbolo de poder y prestigio en la cultura maya, indicando su alto estatus.
Dentro de su tumba, los arqueólogos encontraron una gran cantidad de tesoros, incluidas joyas, cerámicas y otros artefactos intrincados. Estos objetos no sólo muestran los logros artísticos y tecnológicos de los mayas sino que también arrojan luz sobre sus creencias sobre la otra vida.
El descubrimiento de la “Reina Roja” ha planteado dudas sobre su identidad, su papel en la sociedad maya y el lugar de su entierro. Los investigadores continúan examinando sus restos y los artefactos que la rodean para aprender más sobre esta enigmática figura del pasado.
A medida que aprendemos más sobre la “Reina Roja” y la civilización maya, obtenemos una comprensión más profunda de la rica historia y cultura de esta antigua sociedad mesoamericana. Este asombroso descubrimiento es un testimonio del legado duradero de los mayas y su contribución a nuestra historia humana compartida.