Moyo se salvó de ahogarse a los pocos días de nacer después de que fuera arrastrado mientras intentaba cruzar un río inundado con su manada.
Luego fue abandonado por los elefantes mayores pero, afortunadamente, los guardabosques lo encontraron justo cuando una manada de hienas lo tenía rodeado.
Lo llevaron al santuario de animales Wild Is Life en Zimbabue, donde se encariñó mucho con su fundadora, Roxy.
Tan apegado a ella que no la deja perder de vista.
“Es uno de esos animales con los que he forjado un vínculo extraordinario de amistad, confianza y amor. Dejarlo ir será difícil”, dijo Roxy al equipo del documental de la BBC Nature’s Miracle Orphans.
Más sobre el Santuario “Wild Is Life”: “Creemos que la guardería de elefantes ofrece a los huérfanos una segunda oportunidad de vida. Estos huérfanos, que han sufrido graves traumas, merecen la oportunidad de crecer y prosperar en el mundo natural.
Se trata también de compartir la experiencia de estos individuos con la humanidad, de pedir a los seres humanos que miren más allá de su propia especie… que tracen un paralelo entre ellos mismos y algo que es salvaje.