En una ocasión en que le pidieron al hombre que fuera a revisar un problema en el edificio, hubo algo que lo perturbó aún más de lo que podía imaginar.
La solución más lógica fue avisar a Control de Animales, pero solo dejaron una alerta en la puerta del apartamento del negligente propietario. Finalmente, al trabajador se le presentó la oportunidad de ayudar a la criatura.
Ante esta acción, la empleada no dudó ni un momento y decidió adoptarla. Lo primero que hizo fue liberarlo de la jaula y llevarlo al Grayson Animal Hospital en el condado de Gwinnett.
“Cuando llegó aquí estaba llorando, gritando, estaba incrédulo. Este es el peor caso que he visto jamás. Él es muy dulce y cariñoso. Todo lo que quiere hacer es besarte”, dijo Alice Cinnamonn Koch, una rescatista.
El cachorro no solo estaba demacrado, sino que también tenía algunas quemaduras en las patas. A pesar de su pasado, la criatura tenía esperanzas de mejorar.
El cachorro fue nombrado Mikey por el hombre que lo rescató y pronto se convirtió en el único enamorado del perro. Al poco tiempo de llegar al hospital, unas buenas almas escucharon la historia y decidieron donar sus donativos para cubrir los gastos del Pit Bull.
Annabelle, Ari, Addie y Rylee se enamoraron de Mikey y están haciendo todo lo posible para ayudarlo.
El cachorro pesaba menos de 10 kilos cuando ingresó en el hospital. Un peso bastante bajo para su tamaño, pues según el veterinario Dr. John Tollive, Mikey debería pesar al menos 20 kilogramos. Esperamos que pronto pueda recuperarse física y emocionalmente de sus traumas pasados. Por su parte, las autoridades investigan los detalles de la historia para determinar la responsabilidad del propietario.